9. M
En el cruce de caminos
entre el bar y la mañana
cuando ya no queda nada
mas que polvo en los instintos
se acercó a comprar mi alma
a cambio de poesía
de palabras sin sentido,
de miradas y mentiras,
me pilló desprevenido
disparando a bocajarro
ella prendió la dinamita de mis manos.
Demonio de ojos verdes, yo ya no tengo alma,
nunca te diste cuenta, te la tire a la cara.
Dibujé fuego en la tierra.
Puse cardos en su tumba.
Que la entierren bien profunda
y que nunca más la vea,
y que suba la marea
y se lleve las mentiras.
No podré soltar su alma
mientras no tenga la mía.
Espere al aniversario
y le di lo que quería
en vez de rosas
margaritas y morfina
Demonio de ojos verdes, yo ya no tengo alma,
nunca te diste cuenta, te la tire a la cara.
(bis)